Las recientes investigaciones en la antigua familia de peces conocida como gars, han producido indicios valiosos que pueden aclarar por qué algunos organismos exhiben una sorprendente estabilidad genética a lo largo de millones de años.
Descubrimiento de la evolución molecular en los gars
Los gars son famosos en el mundo científico debido a su ralentizada tasa de evolución molecular, la cual es la más lenta registrada entre todas las especies de vertebrados mandibulados estudiados. Esta peculiar característica podría ser la razón por la que, a pesar de haber pasado 105 millones de años desde su última conexión genética, los gars son capaces de producir descendientes híbridos fértiles.
Implicaciones de la lenta evolución molecular
La notablemente lenta evolución molecular de los gars puede ser el factor determinante para entender por qué sus híbridos aún son viables y fértiles después de 100 millones de años como especies separadas. Este ritmo de evolución lento podría ser la clave de la estabilidad genética en ciertas especies, inhibiendo la aparición de nuevas.
Fósiles vivientes: Accidentes históricos o reparación eficiente del ADN
Algunos organismos, como el tuatara, han sido calificados como ‘fósiles vivientes' debido a su increíble similitud física con sus ancestros, lo que sugiere que algunas especies podrían ser simplemente ‘accidentes de la historia'. Sin embargo, para casos como el de los gars, se especula que poseen una excepcionalmente robusta maquinaria de reparación de ADN, que les permite corregir mutaciones y mantener su código genético estable.
Posibles aplicaciones para la salud humana
Si se llega a confirmar que los gars poseen un sistema de reparación del ADN altamente eficiente, podríamos comenzar a explorar formas de aplicarlo en beneficio de la salud humana.
Para más detalles sobre esta investigación, el estudio ha sido publicado en la revista científica Evolution.