Adentrémonos en el sorprendente mundo de los descubrimientos biomoleculares, donde un hallazgo azaroso ha revelado una enzima que rompe las reglas de simetría molecular y se organiza en un patrón fractal inusual.
Un descubrimiento fortuito
En un inesperado giro de eventos, los científicos descubrieron una enzima que se organiza en un patrón fractal mientras estudiaban la estructura molecular bajo un microscopio electrónico. Esta enzima, una variedad de citrato sintasa, es producida por la cianobacteria Synechococcus elongatus. Lo más llamativo es que el patrón en que se organiza no es cualquier forma, sino una serie de triángulos conocida como triángulo de Sierpiński.
La enzima revolucionaria y su evolución
Lo que resulta fascinante es que la enzima evolucionó a partir de precursores no fractales. Además, rompe la regla de simetría molecular que todos conocemos, con cadenas de proteínas que se unen de distintas maneras dependiendo de su posición en la estructura. Sin embargo, al manipular genéticamente a S. elongatus para que produjera citrato sintasa no fractal, se observó que esto no tenía ningún efecto en la bacteria.
¿Patrón fractal de Sierpiński sin función?
Además, la formación del patrón de Sierpiński parece ser un suceso fortuito sin ninguna función específica. Las investigaciones sobre el historial evolutivo demuestran que solo se necesitan unas pocas mutaciones para alterar la forma de la molécula. Este patrón fractal ha aparecido y desaparecido en diferentes especies de cianobacterias en el pasado. ¿Por qué? Si un patrón fractal no es beneficioso para el organismo, no tiene por qué mantenerlo.
Posibles implicaciones y especulaciones
Hay una posibilidad de que la molécula de Sierpiński en S. elongatus sea solo una fase temporal o que tenga algún beneficio que aún no se ha observado en el laboratorio. Los autores del estudio sugieren que las transiciones evolutivas en el autoensamblaje pueden ser más comunes de lo que sugieren las bases de datos estructurales actuales. Es posible que muchos patrones únicos hayan evolucionado y luego desaparecido antes de que pudiéramos observarlos.
Publicación de los hallazgos
Estos hallazgos fascinantes y revolucionarios se han publicado en la prestigiosa revista científica Nature. Sin duda, abren un nuevo panorama para futuras investigaciones y descubrimientos en el campo de la biología molecular.