Por primera vez, la comunidad científica ha logrado grabar a las ranas de Sudamérica emitiendo un grito ultrasonido, superando con creces el rango auditivo que somos capaces de apreciar como humanos. Este hito, publicado en la revista acta ethologica, abre un nuevo mundo de posibilidades en la comprensión de estas especies y su comunicación.
El grito de la rana de hojarasca
La especie que ha hecho posible este descubrimiento es la rana de hojarasca (Haddadus binotatus), la más abundante en la selva sudamericana. Esta rana emite un grito ultrasonido en momentos de peligro, elevando el frente de su cuerpo y abriendo la boca, preparándose para soltar el mencionado grito.
Rango de frecuencias y posibles receptores
Los sonidos registrados en las grabaciones oscilan entre siete y 44 kilohertz. Para darnos una idea, los humanos solo somos capaces de escuchar sonidos que no superen los 20 kilohertz. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Quién puede escuchar estos gritos? Algunos depredadores de anfibios como murciélagos, roedores y pequeños primates son capaces de emitir y oír sonidos a esta frecuencia.
Funciones del grito
No se sabe con certeza cómo estos gritos contribuyen a disuadir a los depredadores. Podría ser que estos sonidos sirvan para asustar a los depredadores o incluso para atraer a los enemigos naturales de estos. La postura intimidante de la rana, acompañada de su amplio rango de frecuencias, podría estar destinada a desalentar a una gran variedad de depredadores.
Amplitud de este comportamiento en la naturaleza
Hemos observado comportamientos similares en anfibios de otras regiones del mundo, lo que nos lleva a pensar que esta forma de comunicación puede ser más frecuente de lo que se pensaba inicialmente. Observando la diversidad de anfibios en Brasil, no resultaría extraño que otras ranas también utilizaran estas frecuencias para comunicarse.