Los científicos han hecho un sorprendente descubrimiento: una especie de alga marina tiene un orgánulo que puede capturar nitrógeno de la atmósfera, una capacidad que se pensaba que solo poseían ciertas bacterias simbióticas.
El nitroplast: Un descubrimiento inesperado
En una vuelta de tuerca, se ha identificado que este orgánulo, bautizado como “nitroplast”, se originó de una relación de endosimbiosis con una cianobacteria fijadora de nitrógeno. A medida que las bacterias se volvieron cada vez más dependientes de las algas, descartaron muchos de sus genes, hasta el punto de que el nitroplast ahora parece ser una parte integral de la célula de alga.
Una endosimbiosis única
Este descubrimiento es notablemente raro, ya que es solo el cuarto ejemplo de endosimbiosis primaria jamás registrado. Tradicionalmente, se asumía que las bacterias fijadoras de nitrógeno, que son fundamentales para la supervivencia de las plantas, solo podían establecer este tipo de relación a través de la simbiosis.
El papel del nitrógeno
En el caso de este alga marina, la componente fijadora de nitrógeno, conocida como UCYN-A, se ha identificado como orgánulo. Su genoma se ha reducido tanto que ahora depende de las proteínas producidas por la alga marina B. bigelowii para sobrevivir.
Una distribución global
Diversas cepas de UCYN-A se han encontrado en los océanos de todo el mundo, lo que sugiere que el nitroplast puede ser un contribuyente significativo a la producción de proteínas en el océano. Esto no solo tiene implicancias para la ciencia marina, sino también para la agricultura, ya que el nitrógeno es un nutriente esencial para el crecimiento de las plantas.
Este nuevo hallazgo abre una nueva línea de investigación y podría tener un impacto significativo en nuestras estrategias para la gestión de recursos costeros y la producción de alimentos.