La teoría de la tectónica de placas, que explica el movimiento de los gigantescos segmentos de la corteza terrestre, es dominante aunque aún se encuentra en constante refinamiento. Esta teoría revela cómo estas placas se desplazan de manera lenta y constante a través del manto terrestre viscoso.
Reformulando la comprensión del fondo marino
Durante décadas, los científicos han estado revisando y ajustando su entendimiento del fondo marino. Remontándose a los años 50, la innovadora investigación de Marie Tharp desveló que las cuencas oceánicas no eran superficies planas, sino que presentaban enormes montañas y trincheras.
Se tenía la creencia de que las grandes porciones de la corteza terrestre localizadas en el centro de las placas oceánicas eran rígidas mientras flotaban sobre el manto, y no sufrían deformaciones como los bordes de las placas.
Un nuevo estudio cuestiona las concepciones antiguas
Un reciente estudio ha analizado cuatro mesetas situadas en el Océano Pacífico occidental: la Elevación de Shatsky y la Elevación de Hess, que se encuentran entre Japón y Hawái; la Meseta de Ontong Java, al norte de las Islas Salomón y la Meseta de Manihiki, al noreste de Fiji y Tonga.
La investigación sugiere que estas mesetas, a pesar de estar alejadas de los límites de las placas, están siendo llevadas hasta su límite por las fuerzas de tracción en el borde de la placa del Pacífico. Las líneas de falla o fisuras identificadas por los científicos suelen correr paralelas a la trinchera más cercana.
La debilidad de las mesetas sub-oceánicas
A lo largo de millones de años, estas placas teóricas estudiadas se han estirado y adelgazado. Aunque son más gruesas, las mesetas sub-oceánicas resultan ser más débiles, lo cual contradice los pensamientos anteriores.
Los científicos esperan que estos nuevos descubrimientos promuevan más exploraciones para cartografiar el fondo marino y así poder seguir ampliando y refinando la teoría de la tectónica de placas.