La vida nocturna de las cabras de montaña europeas, o íbex alpinos, se ha incrementado notoriamente. Este cambio notable en el comportamiento diario de estos animales presenta un desafío importante a su supervivencia debido a las diversas amenazas a las que se enfrentan.
Íbex alpinos: de diurnos a nocturnos
Las cabras de montaña solían bajar de las altas montañas durante el día para alimentarse en las praderas situadas a altitudes más bajas. No obstante, los científicos han presenciado un cambio en su rutina diaria: los íbex ya no realizan esta migración vertical diurna. Ahora, estos mamíferos pasan más tiempo descansando durante el día y buscan alimento durante la noche, pese al peligro potencial de los lobos. Los lugares donde los íbex acostumbraban a alimentarse, al ser abiertos, no proporcionan suficiente cobertura para escapar de estos depredadores.
Relación entre temperaturas máximas y comportamiento nocturno
Los investigadores esperaban que la actividad nocturna de los íbex fuese mayor en aquellas zonas alpinas libres de lobos, como Suiza. Sin embargo, no se observó tal tendencia. Los íbex mostraron un incremento en su actividad nocturna posterior a los días con temperaturas máximas elevadas. Esto sugiere que estos animales, de sangre caliente, buscan protegerse del calor, a pesar del riesgo que representa la presencia de depredadores.
Conservación de los íbex alpinos
Los íbex alpinos, que en el pasado abundaban en toda Europa, vieron una disminución drástica en su población en el siglo XIX, quedando apenas unos 100 ejemplares. Este descenso se debió a la creciente predilección por las armas de fuego entre los cazadores. No fue sino hasta las prohibiciones de caza en 1854 y gracias a diversos esfuerzos de conservación, que la especie comenzó a recuperarse y su población aumentó hasta llegar a decenas de miles.
Amenazas a la supervivencia de los íbex
A pesar de la recuperación de su población, la baja diversidad genética en estos íbex los mantiene expuestos a amenazas diversas. Entre ellas, las mutaciones problemáticas que incrementan su susceptibilidad a enfermedades. A esta amenaza se añade el estrés adicional causado por los cambios climáticos en su entorno natural.
Implicaciones del cambio de comportamiento
Para afrontar las temperaturas más cálidas, los íbex alpinos han optado por volverse más nocturnos, lo que podría tener consecuencias adversas. Su hábitat, rocoso y empinado, se vuelve más complejo y agotador de navegar en la oscuridad, particularmente para estos animales adaptados a la luz diurna. Esto reduce su capacidad para alimentarse y aumenta su probabilidad de convertirse en presa.
Cambios comportamentales en respuesta al cambio climático
Este cambio en el comportamiento de los íbex alpinos es un ejemplo de cómo los animales pueden adaptarse rápidamente a los cambios ambientales. No solo los íbex, también otros mamíferos como jabalíes y coyotes se están volviendo más nocturnos debido a las perturbaciones humanas. El cambio climático se suma a esta lista de factores que fuerzan a la fauna a comportarse de forma distinta. Estos cambios están alterando interacciones entre especies que datan de millones de años, desequilibrando aún más los ecosistemas que nos sostienen.
La investigación sobre la adaptación de los íbex alpinos al cambio climático fue publicada en las Actas de la Real Sociedad B.