¿Sabías que nuestro planeta parece tener un “latido” geológico que se produce cada 27 millones de años? Esta curiosa y sorprendente propuesta ha sido el objeto de estudios y análisis por parte de los geólogos durante mucho tiempo.
Un misterioso ‘latido’ geológico
Según las investigaciones, la Tierra parece experimentar un ciclo de actividad geológica que se repite cada 27 millones de años. Este ritmo se manifiesta a través de eventos geológicos agrupados que incluyen erupciones volcánicas, extinciones masivas, reorganizaciones de las placas tectónicas e incrementos en el nivel del mar.
Estos dramáticos eventos no son aleatorios; de hecho, están correlacionados entre sí. Los estudios se basaron en 89 incidencias geológicas bien documentadas que tuvieron lugar en los últimos 260 millones de años. Ocho de estos eventos mundiales tuvieron cambios significativos en periodos geológicos relativamente cortos, formando lo que se ha llamado el ‘pulso' catastrófico.
Una larga historia de investigación
La existencia de este posible ciclo geológico ha sido objeto de estudio desde hace décadas. Las primeras propuestas de un ciclo de este tipo surgieron en los años 1920 y 1930, postulando un ciclo de 30 millones de años. En los años 1980 y 1990, el rango propuesto oscilaba de 26.2 a 30.6 millones de años.
Recientemente, un estudio añadió más evidencia a esta idea sugiriendo que las extinciones masivas también ocurren aproximadamente cada 27.5 millones de años. Otro estudio, realizado en 2018, concluyó que el ciclo es de alrededor de 26 millones de años.
¿Qué causa este ‘latido’ geológico?
Gran parte de los eventos analizados son causales, es decir, uno desencadena directamente al otro. No obstante, la causa subyacente de esta ciclicidad de 26 a 30 millones de años aún no está clara.
Existe la posibilidad de que estos pulsos cíclicos de tectónica y cambio climático se deban a procesos geofísicos relacionados con la dinámica de las placas tectónicas y los penachos del manto. Sin embargo, no se descarta que estén marcados por ciclos astronómicos asociados con los movimientos de la Tierra en el sistema solar y la galaxia.
Lo que es cierto es que este fenómeno persistente e intrigante continúa siendo un desafío interesante para los geólogos, y la búsqueda de respuestas continúa.