Imagínese sumergido en las aguas profundas del océano Pacífico en 1997, cuando de repente un sonido misterioso y potente resuena en todo el océano. Este sonido fue conocido como el Bloop.
Una señal desconcertante
Una serie de hidrofonos operados por la NOAA detectaron el Bloop a más de 5,000 kilómetros de distancia. Tan grande fue su impacto que despertó una serie de teorías variadas sobre su origen. Desde ejercicios militares submarinos, motores de barcos y hasta la especulación de un gigantesco animal marino.
A pesar de las teorías, quedaba claro que el Bloop era demasiado fuerte para provenir de un solo animal submarino. La grabación original del sonido, reproducida a 16 veces su velocidad normal, era similar a un trueno rodante.
Localización y origen
La ubicación del Bloop se calculó aproximadamente en algún lugar de la costa sur de Chile en el océano Pacífico. Sin embargo, no fue hasta 2005 que se descubrió el verdadero origen del Bloop.
Investigadores de la NOAA determinaron que el Bloop era el sonido de un iceberg que se fracturaba y se separaba de un glaciar antártico. Este hallazgo, que se realizó en la Antártida, confirmó las sospechas de muchos científicos y desestimó todas las demás teorías.
Descubrimientos adicionales
Además del Bloop, los hidrofonos operados por la NOAA han registrado sonidos similares en el océano sur y el Atlántico. Estos sonidos también resultaron ser generados por terremotos de hielo.
De hecho, muchos sonidos extraños detectados en los océanos, como el Julia, el Slow Down y el Train, han sido recientemente explicados por el movimiento de hielo en los mares del sur. Estos descubrimientos han abierto un nuevo campo de estudio en la acústica de los océanos.