Imagina que puedes dormir varias veces al día, acumulando más de 11 horas de sueño en ráfagas de cuatro segundos. Eso es exactamente lo que hacen los pingüinos barbijo
Estos animales, que son uno de los tipos de pingüinos más abundantes, especialmente en la Península Antártica y las islas del Océano Atlántico Sur, tienen un patrón de sueño muy peculiar. Probablemente se haya desarrollado debido a la necesidad de estar siempre alerta.
Durmiendo de pie o tumbados
Este patrón de sueño no es lo único especial en los pingüinos barbijo. También tienen la particularidad de dormir de pie o tumbados con la intención de incubar sus huevos. Esto les supone un sueño fragmentado, que se interrumpe más de 10.000 veces por día.
Para estudiar este comportamiento, un equipo de científicos implantó electrodos en 14 pingüinos barbijo. Con este método lograron registrar la actividad eléctrica en el cerebro y los músculos del cuello de estos pingüinos mientras dormían.
Un sueño necesario para la supervivencia
Los pingüinos barbijo necesitan proteger sus huevos de los pájaros predadores y de otros pingüinos que podrían intentar robar material del nido. Por eso, aquellos pingüinos que se sitúan en la periferia de la colonia tienden a dormir de forma más profunda y durante más tiempo que los que están en el centro.
Los científicos no han medido directamente si estos breves momentos de sueño aportan los mismos beneficios restauradores que el sueño en otras especies. Pero creen que sí, dado que estos animales tienen éxito en la crianza.
¿Y en los humanos?
En los humanos, la fragmentación del sueño puede tener impactos en la función cognitiva e incluso precipitar enfermedades neurodegenerativas. Pero esta realidad para nosotros no es necesariamente la misma para otras especies. Lo que vemos como anormal en los humanos puede ser perfectamente normal en los pájaros u otros animales.