Un descubrimiento fascinante ha sacudido el mundo de la paleontología: un fósil de ballena sin dientes de hace unos 19 millones de años, mucho antes de lo que se pensaba que existían estos seres maravillosos.
La historia del fósil
El fósil, conocido como NMV P218462, pertenece a un animal de sangre caliente de hasta 9 metros de longitud, equivalente en tamaño a las ballenas minke actuales. Con una antigüedad que oscila entre los 21.12 y los 16.9 millones de años, se revela como uno de los hallazgos más impresionantes en su campo.
Las ballenas místicas sin dientes
Las ballenas místicas sin dientes son el linaje de mamíferos del que proviene el animal más grande conocido en nuestro mundo, la ballena azul, que puede llegar a medir hasta 29.9 metros. Se desconocen las razones por las que algunas especies más pequeñas de ballenas carecen de registros fósiles en el lapso de 4 millones de años. Algunos estudios sugieren que su desaparición se debió a una era de hielo que obligó a las ballenas a emigrar. Con el paso del tiempo, las especies más grandes demostraron ser más capaces de sobrevivir a estos desplazamientos, favoreciendo su crecimiento en tamaño.
Un desafío a la teoría existente
Este fósil recién descubierto desafía la teoría previa que se basa únicamente en restos fósiles del hemisferio norte. Se encontró en Australia del Sur, en un banco del río Murray en 1921. Junto con otras muestras del sur de Perú, el fósil NMV P218462 indica que las ballenas del hemisferio sur siguieron un camino evolutivo diferente hacia el gigantismo. Esta teoría se basa en la evidencia que sugiere que estas ballenas alcanzaron tamaños relativamente grandes desde el principio, posiblemente debido a una mayor productividad regional.
Las ballenas modernas y la Corriente Circumpolar Antártica
En la actualidad, las ballenas dependen de la alta productividad estacional de la Corriente Circumpolar Antártica (ACC). Tanto las ballenas con dientes como las sin dientes han evolucionado a tamaños más grandes en el hemisferio sur. Las primeras especies de gran tamaño surgieron al mismo tiempo que se establecía un proto-ACC, la glaciación antártica y los ecosistemas polares productivos estacionales hace unos 36-33 millones de años.
El krill y el aumento de tamaño de las ballenas
El krill, clave en la dieta de las ballenas modernas, surgió antes del inicio de la era del Neógeno, hace unos 23.03 millones de años. Esto puede haber contribuido a un aumento en el tamaño de las ballenas. De hecho, se estima que las ballenas podrían haber impulsado entre el 10% y el 20% de la productividad primaria neta del Océano Austral antes de la caza de ballenas.