El descubrimiento de los restos de una criatura masiva en Nueva Brighton, Reino Unido, ha suscitado una gran curiosidad. Conocida localmente como ‘alien gigante' o ‘Nessie de Nueva Brighton', la criatura es en realidad un tiburón peregrino de 15 pies de largo.
Identificación de la criatura
Este descubrimiento tuvo lugar el 5 de enero, cuando un residente de Nueva Brighton encontró los restos en un banco de arena cerca del río Mersey. A pesar de las referencias a criaturas míticas, la identidad de la criatura es definitivamente más terrenal: un tiburón peregrino. Este tiburón tiene aproximadamente 6 metros de largo, aunque se cree que es un joven, ya que es solo la mitad de la longitud máxima de su especie.
Características y comportamiento del tiburón peregrino
Los tiburones peregrinos son conocidos por su gran tamaño y hábitos de alimentación, que han llevado a asociaciones históricas con bestias temibles. A pesar de su tamaño, estos tiburones se mueven lentamente, recolectando pequeños zooplancton en sus enormes bocas. Este comportamiento es común en aguas cálidas cerca de la costa, donde suelen “tomar el sol” con la boca abierta. Un estudio de 2018 incluso reveló que este pez mamut puede saltar completamente fuera del agua a velocidades asombrosas de alrededor de 5 metros por segundo.
Hábitat y migración
El tiburón peregrino es generalmente visto durante los meses de verano a lo largo de las costas del suroeste de Inglaterra, Gales, la Isla de Man y el oeste de Escocia, aunque su biología y comportamiento siguen siendo en gran parte un misterio. La investigación por satélite ha revelado que estos tiburones migran largas distancias durante el invierno, apareciendo en lugares tan lejanos como las Islas Azores y Newfoundland. A veces, después de las tormentas de invierno, se encuentran muertos.
Errores de identificación
La apariencia del tiburón peregrino puede ser engañosa. Su cráneo pequeño en comparación con su cuerpo alargado a menudo lleva a la gente a creer que son algún tipo de bestia desconocida. A medida que sus rasgos distintivos se descomponen, su apariencia puede distorsionarse aún más, lo que contribuye a la interpretación errónea y al misterio. De hecho, se han documentado casos históricos de identificación errónea, como el de una criatura que se asemejaba a un plesiosaurio descubierta en 1977.