Un ambicioso proyecto vuelve a poner a la organización Krafla Magma Testbed (KMT) en el ojo del huracán: perforar un volcán en Islandia. ¿La finalidad? Comprender la dinámica del magma subterráneo y los detonantes de las erupciones volcánicas.
En paralelo, el equipo aspira a explotar un vasto reservorio de energía limpia. Si bien esta perforación controlada de una cámara de magma constituye una pionera proeza para KMT, es importante recordar que los intentos previos han proporcionado valiosos aprendizajes.
En su aventura anterior, la organización se propuso perforar cerca de una de las cámaras de magma de Krafla. Sin embargo, un descubrimiento inesperado cambió los planes: la cámara estaba más cerca de la superficie de lo que se pensaba. El resultado fue una perforación accidental de la cámara de magma, lo cual ocasionó la destrucción del pozo debido al intenso calor. No obstante, se pudo confirmar que la perforación no desencadena una erupción.
Posterior a este primer intento, KMT se encuentra en la búsqueda de nuevas cámaras de magma, un desafío que no resulta sencillo. El plan es que la perforación del volcán en Islandia tenga lugar en 2026, tras varios años de investigación y planeación previa.
Se espera que la cámara de magma de Krafla brinde nuevas pistas acerca de cómo se forman las cortezas continentales y cómo prever las erupciones en volcanes similares. La perforación también permitiría la explotación de agua ultra caliente almacenada a presiones extremas, que podría ser utilizada para impulsar turbinas.
En este sentido, un segundo pozo que se prevé sea perforado en 2028, podría ser un recurso sumamente valioso para la producción de energía. Con todo, este ambicioso proyecto se presenta como una oportunidad para avanzar en el campo de la energía limpia y en el estudio de la actividad volcánica.