Una historia de esperanza se desarrolla en Tasmania, donde más de 80 loros críticamente amenazados retornan a su zona de reproducción, marcando el recuento más alto en un lapso de 15 años.
Desafío de supervivencia de los loros de vientre naranja
Los loros de vientre naranja, una de las tres especies de loros que llevan a cabo la riesgosa labor de larga migración, han vivido tiempos difíciles. Por ejemplo, en 2016, sólo 3 loros hembra salvajes retornaron de su migración anual al continente australiano. Esto llevó a la especie al borde de ser declarada funcionalmente extinta.
Factores detrás del declive de la población de loros
Los hábitats de invierno de estos loros han sido fuertemente afectados por la agricultura y el desarrollo urbano desde los asentamientos europeos. Los cambios en las prácticas de quema en sus lugares de reproducción protegidos también han minado de manera lenta pero constante las cifras de estos pájaros hermosos.
Además, su reducido pool genético ha causado problemas dentro de la población cautiva. La alta tasa de mortalidad juvenil, que asciende a alrededor del 80%, también es un factor preocupante.
Esperanza para la especie: esfuerzos de conservación
Varios institutos desde 2013 han estado ayudando con programas de cría y liberación en cautividad. Los investigadores han estado cuidando meticulosamente a cada pájaro y cada nido. Además, una legión de voluntarios ayuda a vigilar a los pájaros en Melaleuca, monitoreando depredadores y problemas de salud.
Se están tomando medidas adicionales para garantizar la supervivencia de los loros. Alimentos complementarios se les están proporcionando y nuevos regímenes de quema se están probando en Tasmania para incrementar sus fuentes de alimento natural.
Con dedicación constante y un toque de fortuna, estos animales desafiantes podrían ser salvados del borde de la extinción. Una lucha constante pero digna por preservar la biodiversidad en nuestro planeta.