Descubrimientos notables en el estudio de las diferencias de tamaño en cetáceos, con posibles implicaciones para los tratamientos contra el cáncer, han sido publicados recientemente.
Un equipo de investigación de la Universidad de Campinas en Brasil ha estado trabajando arduamente en el estudio de la variación de tamaños observada en cetáceos, que incluyen a los delfines, las ballenas y las marsopas. Los científicos han descubierto que las diferencias de tamaño en estas especies se deben principalmente a la actividad de regiones genéticas específicas.
Estudiando la Genética del Tamaño
Los investigadores han estado examinando la secuencia de ADN que precede a la parte de un gen que codifica para proteínas, también conocida como la región promotora. Al examinar la región promotora del gen NCAPG, han descubierto relaciones intrigantes entre los cetáceos.
La actividad del gen NCAPG depende en gran medida de la región promotora, la cual regula la expresión del gen. Este gen parece favorecido por la evolución en cetáceos de tamaño gigante.
La Influencia del Gen NCAPG
Las proteínas que controlan el tamaño se encontraban más activas en cetáceos gigantes, hasta el punto de que el cachalote, un gigante con dientes, se encuentra más relacionado con los Mysticeti, que son gigantes sin dientes. Para los cetáceos de menos de 10 metros, estos mismos genes actuaban como inhibidores, limitando la producción de dichas proteínas y por ende, el tamaño del animal.
Como ejemplo, la ballena azul (Balaenoptera musculus) puede alcanzar hasta 30 metros de longitud, mientras que el delfín mular (Tursiops truncatus) no suele superar los 3.5 metros de longitud. Esto ilustra la notable diferencia en tamaño que puede existir entre estos animales marinos.
Implicaciones para la Oncología
Este estudio también tiene implicaciones significativas para el campo de la oncología. Los cetáceos gigantes tienen una incidencia excepcionalmente baja de cáncer, a pesar de tener un gran número de células. Es posible que la secuencia reguladora identificada contribuya a controlar la proliferación descontrolada de células en animales adaptados para un crecimiento masivo.
Los investigadores analizaron las regiones reguladoras de cuatro genes que previamente habían tenido sus secuencias de codificación de proteínas estudiadas. Especulan que estas regiones reguladoras podrían no solo afectar el tamaño de los cetáceos, sino también influir en su capacidad para suprimir el cáncer.
En última instancia, este conocimiento podría ser utilizado para desarrollar futuros tratamientos contra el cáncer a través de la activación o inhibición de regiones específicas del genoma.
El estudio completo ha sido publicado en la revista BMC Ecology and Evolution y representa un avance notable en nuestra comprensión de la genética del tamaño en cetáceos y su relación con la supresión del cáncer.