El fondo del Mar del Norte guarda misterios que a veces son el resultado de la actividad de las marsopas y anguilas de arena, no siempre de metano que se filtra desde el subsuelo.
Las investigaciones han demostrado que estas marsopas buscan alimento en los sedimentos del fondo marino, lo que genera una perturbación en las anguilas de arena que habitan la zona.
¿Cómo se comportan las anguilas de arena ante esta situación?
Desconcertadas, las anguilas de arena emergen de sus agujeros o son consumidas por las marsopas, dejando a su paso pozos en el suelo marino.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores utilizaron diversas técnicas de estudio, entre ellas: el mapeo del fondo marino de alta resolución por sonar, la biología del comportamiento, el mapeo de hábitats, análisis oceanográficos e imágenes satelitales.
Además, se ha podido comprobar que los pozos suelen encontrarse en lugares de alimentación de las marsopas, muy cerca de los hábitats de las anguilas de arena.
¿Cómo son estos pozos?
Las marsopas suelen dejar pozos superficiales de unos 11 centímetros de profundidad en el fondo marino mientras buscan anguilas de arena. Estos pozos son similares en forma a las depresiones más pronunciadas y profundas que se pueden encontrar en otros lugares del mundo.
Este relevante hallazgo sugiere que el impacto de los vertebrados marinos en el ambiente del fondo oceánico ha sido enormemente subestimado.