La selección natural se encuentra en el corazón de la evolución, una fuerza que puede tanto proteger las similitudes entre las poblaciones como impulsar el cambio. Este fenómeno fascinante, estudiado por biólogos y científicos de todo el mundo, se manifiesta de manera muy peculiar en los rábanos salvajes.
La diversidad genética y la selección natural
La diversidad genética que observamos en cualquier población está directamente relacionada con el proceso de mutación. Los individuos generan rasgos específicos que les permiten adaptarse mejor al ambiente que les rodea. Los rasgos que favorecen la supervivencia son más propensos a heredarse, es este aspecto el que se conoce como selección natural.
La selección natural en los rábanos salvajes
En el mundo de las plantas, este fenómeno es claramente observable. Los biólogos han estudiado el caso de los rábanos salvajes, donde los órganos encargados de producir polen presentaban inicialmente la misma longitud. Actualmente, estos rábanos tienen dos estambres cortos y cuatro largos, cambio que se atribuye a la selección natural.
Los estudios previos han sugerido que la selección mantiene esta diferencia de longitud, denominada ‘separación de anteras'. La razón detrás de esta preferencia por la separación es aún un misterio.
La variación genética aditiva y la restricción
Para que un rasgo evolucione es necesario contar con variación genética aditiva. En otras palabras, diferentes genes deben contribuir a un rasgo. Sin esta variación, la evolución puede verse obstaculizada, incluso si es favorable, fenómeno al que se denomina restricción.
La restricción se fundamenta en la idea de que las especies pueden perder flexibilidad genética a medida que cambian a lo largo del tiempo. Esta falta de flexibilidad puede estabilizar ciertos rasgos a lo largo de las generaciones.
El trabajo realizado por los biólogos sugiere que la selección puede ralentizar las cosas, es capaz de causar similitudes además de diferencias.
Selección artificial en rábanos salvajes
Los investigadores han recurrido a la selección artificial para reducir la diferencia en las longitudes de los estambres de los rábanos salvajes en más del 30 por ciento. Este cambio demostró que el rábano salvaje de hoy en día todavía conserva la variación genética necesaria para evolucionar. Por lo tanto, parece poco probable que esté sujeto a restricción.
En cambio, parece que la selección natural está manteniendo una diferencia en la longitud de sus estambres.
Los científicos están en pleno proceso de diseño de experimentos para descubrir si la longitud variable de los estambres proporciona algún beneficio a los rábanos salvajes. En particular, buscan entender cómo interactúan los polinizadores con esta planta.