En 2014, los científicos se enfrentaron a la tarea de evaluar los daños en la isla de Amchitka, en las Islas Aleutianas de Alaska, tras un terremoto.
El temblor y la radiación
El motivo de esta misión era buscar posibles fugas de radiación causadas por pruebas nucleares subterráneas realizadas años atrás. Durante los años 60 y 70, el gobierno de Estados Unidos usó Amchitka como lugar de pruebas nucleares. En esta isla se detonaron tres armas atómicas, incluyendo la mayor detonación subterránea jamás registrada en los Estados Unidos.
La tragedia de las nutrias
Estas detonaciones tuvieron un grave impacto en la fauna local. La detonación más grande, llevada a cabo en 1971, resultó en la muerte de al menos 900 nutrias de mar. Antes de esta detonación, las nutrias de mar habían sido trasladadas fuera de la isla debido a presiones de grupos ecologistas y del estado de Alaska.
Las nutrias de mar y su papel ecológico
Las nutrias de mar de Amchitka eran una de las pocas poblaciones que habían sobrevivido a la caza masiva de estos mamíferos durante los siglos XVIII y XIX. El traslado de las nutrias lejos de la zona de pruebas permitió a los científicos estudiar su relación con los erizos de mar y los bosques de algas marinas.
- Las nutrias de mar, los erizos y las algas: Las nutrias ayudaron a reducir la población de erizos de mar en un 99% en la Bahía de Sitka, lo que a su vez, facilitó el crecimiento de los bosques de algas marinas.
- Los bosques de algas: Estos son vitales para capturar carbono y también proporcionan alimento y refugio a más de 800 especies marinas.
Conflictos y desafíos
La reubicación de las nutrias no fue bien recibida por todos, al alimentarse de invertebrados valiosos para los pescadores y las comunidades indígenas de la zona, generaron conflictos y, en algunos casos, se llegaron a considerar como una plaga. A día de hoy, las nutrias de mar siguen en peligro de extinción y afrontan desafíos adicionales debido a la crisis climática.
Reintroducción de las nutrias
A pesar de que algunas de las poblaciones reubicadas no sobrevivieron, se está considerando con precaución la reintroducción de las nutrias en Oregon. Esta vez, se espera contar con la participación de las tribus costeras para minimizar los conflictos y garantizar un mayor éxito en la reintroducción.