Las oscilaciones sorprendentes detectadas en el centro de la Tierra podrían cambiar nuestro conocimiento sobre la composición interna de nuestro planeta.
El núcleo interno de la Tierra y sus peculiaridades
El corazón de nuestro planeta, el núcleo interno, oscila con una periodicidad de 8.5 años. No obstante, hay un detalle que sorprende: la inclinación es solo de 0.17 grados entre el núcleo interno y el manto. Esto produce un ‘bamboleo' que se calcula que es cercano a los 8.5 años mencionados. Este núcleo es el corazón de nuestro planeta en más de un sentido, ya que al enfriarse y crecer lentamente, libera calor, asumido como contribución significativa a la dinamo que se agita en el núcleo externo.
Las mediciones y el descubrimiento a gran escala
Las extrañas variaciones que se desprenden de diferentes mediciones de la superficie del planeta revelan este fenómeno en el centro de la Tierra. Este dato se corrobora con las señales medidas que son consistentes con un cambio más pronunciado de lo esperado en la densidad en la frontera entre el núcleo interno y el núcleo externo. Se sugiere que el núcleo interno de la Tierra es más denso en el hemisferio noroeste, lo que sugiere una densidad no homogénea, asumiendo un hemisferio más denso que el otro.
Implicaciones y conocimiento del interior terrestre
El interior de la Tierra está lleno de actividad que apenas comprendemos. Nuestro planeta tiene capas y, hacia el centro, burbujea y se revuelve con roca y metal fundidos que se vuelven más densos y pesados cuanto más te adentras. Estas características podrían tener un papel en cómo el núcleo externo fluye y gira, y por ende se genera el campo magnético de la Tierra. Este descubrimiento puede cambiar la forma en que entendemos el interior de nuestro mundo. Es claro que hay mucho más sucediendo en nuestro núcleo planetario de lo que actualmente comprendemos. Algunas investigaciones asumen una inclinación mucho mayor, cercana a los 10 grados.