Un descubrimiento científico reciente en Alemania ha permitido identificar restos de huesos fosilizados propuestos como pertenecientes a una criatura del tamaño de una ballena azul. Estos imponentes restos se han confirmado como provenientes de los ictiosaurios, antiguos reptiles marinos que moraron en nuestros océanos hace más de cien millones de años.
Descubriendo al gigante prehistórico
La mayoría de los ictiosaurios gigantes están representados por materiales desafortunadamente incompletos, desarticulados y fragmentados. Pero a través de un examen más detenido con un microscopio especial, los paleontólogos han conseguido distinguir estos restos fosilizados. La microestructura del tejido en el hueso de la mandíbula fosilizada resultó ser una señal inequívoca.
El investigador Perillo llevó a cabo pruebas en varias mandíbulas supuestas de ictiosaurios que no habían sido oficialmente clasificadas. Los huesos de ictiosaurios confirmados y las mandíbulas ‘misteriosas' mostraron largas hebras de colágeno fibroso que se entrelazaban en un patrón único y compartido.
Un patrón reconocible
Este patrón también se ha encontrado en fósiles de ictiosaurios localizados en Canadá, lo que refuerza la validación de su autenticidad. Los investigadores han analizado las mandíbulas con un enfoque más amplio para llegar a la misma conclusión. Se ha encontrado que el patrón de tejido microscópico en los huesos no se alinea con ninguno de los dinosaurios terrestres conocidos.
La estructura única que se presenta en estos huesos fosilizados proporciona una gran estabilidad durante el crecimiento rápido. Este es un atributo vital para un animal del tamaño de una ballena. Se postula que estos animales prehistóricos podrían haber utilizado sus hocicos para embestir a su presa, similar al comportamiento que observamos en las orcas modernas.
Los resultados de esta investigación refutan las afirmaciones de que los huesos podrían haber pertenecido a un dinosaurio terrestre. Este significativo estudio ha sido publicado en la revista científica PeerJ, ofreciendo una nueva luz sobre estos gigantes prehistóricos de los mares.