La reciente investigación sobre el supervolcán de la Caldera del Valle Largo en California Oriental realizada por el Instituto de Tecnología de California (CIT) nos muestra una serie de hallazgos sorprendentes.
El “corazón” del supervolcán se enfría
El informe sugiere que el supervolcán está mostrando signos de inquietud a medida que su cámara interior de magma comienza a enfriarse. Tal comportamiento en el volcán no se observa desde hace aproximadamente 100,000 años, la última vez que se registró una erupción volcánica allí.
Análisis de los datos
La información recopilada para esta investigación proviene de un cable de fibra óptica de 100 kilómetros que ayudó a crear un algoritmo de aprendizaje automático. Con esto, los investigadores pudieron dibujar un mapa de alta resolución de la caldera y del volcán que yace bajo ella.
Las imágenes resultantes muestran una clara distinción entre la vasta cámara de magma, situada a unos 12 kilómetros bajo la superficie, y el sistema hidrotermal superficial justo encima. Los datos indican que a medida que la cámara más profunda del volcán se enfría, los gases y los líquidos se elevan hacia la superficie, lo que podría desencadenar terremotos.
Una amenaza menor
Estos hallazgos son de gran interés ya que indican que este fenómeno es menos amenazador que una erupción volcánica activa. En una erupción activa, el magma es propulsado hacia la corteza superior y expulsado al exterior. Por otro lado, este proceso de enfriamiento puede ocasionalmente liberar suficiente gas y líquido para causar terremotos y pequeñas erupciones.
Próximos pasos en la investigación
El equipo de investigación tiene previsto seguir analizando el “corazón latiente” del supervolcán, que según se informa está desacelerándose. Planean medir los últimos latidos a 20 kilómetros de profundidad con un cable de 200 kilómetros de sensores sísmicos. Los hallazgos del estudio están disponibles en la revista “Ciencia Avanza”.