En los próximos dos años, Estados Unidos tiene previsto implementar miles de sistemas de armas autónomos, una estrategia orientada a hacer frente al creciente poder de China.
La iniciativa, conocida como Replicator, busca colaborar con empresas de defensa y tecnología para producir sistemas económicos. Los robots militares, una idea cuyo momento ha llegado, ya han sido probados en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Robots asequibles para misiones críticas
La idea central de Replicator es producir robots de bajo costo que se pueden desplegar en misiones de alta prioridad. Estos sistemas autónomos serán usados en los distintos escenarios de la guerra: tierra, mar, aire y espacio.
Se considera a China una fuerte amenaza, especialmente debido a su ventaja en términos de “masa”. Para competir con ellos, el programa Replicator permitirá a Estados Unidos construir rápidamente miles de sistemas autónomos.
La batalla por Taiwán y el futuro de los sistemas autónomos
La batalla por Taiwán se vislumbra como el conflicto futuro más alarmante. Mirando hacia el futuro, Replicator se enfoca en establecer la producción en masa de robots.
Existen ciertas inquietudes en torno a la posibilidad de que el uso de sistemas autónomos cumpla con las leyes de conflicto armado. Se han registrado errores en situaciones de combate con algunos sistemas autónomos militares anteriores.
Según Hicks, la inteligencia artificial y los sistemas autónomos serán implementados de manera responsable y ética.
El auge global de las armas autónomas
A raíz del ejemplo de Estados Unidos, otros países como China, probablemente empezarán a usar sistemas autónomos. Australia también muestra interés en las armas autónomas y actualmente está desarrollando sus propios vehículos autónomos y submarinos robot.
El gobierno australiano ha instado a las empresas locales a presentar propuestas para la producción de un gran número de drones militares aéreos en los próximos años.