Australia se encuentra en medio de una creciente crisis de extinción. A raíz de las actividades humanas, desde la colonización, se han listado 100 especies de plantas y animales nativos como extintas. Sin embargo, el número real podría ser incluso más alto.
Las expectativas del público australiano
Según las encuestas, los australianos desean prevenir extinciones sin importar el costo financiero. Se realizó un estudio con 2,139 australianos, donde se les pidió que clasificaran los activos que salvarían durante un incendio forestal hipotético.
Los resultados mostraron que la gente priorizaría salvar a los koalas sobre los wallabies, mostrando menos preocupación por el arbusto y el caracol. Esto indica que nuestro respeto por la naturaleza no es igualitario; tendemos a preferir a los mamíferos icónicos y lindos por encima de otras especies. Esta tendencia es preocupante para la conservación de especies menos conocidas, cuya extinción está aumentando a nivel global.
El dilema de la salvación
Los eventos catastróficos nos obligan a tomar decisiones difíciles sobre qué salvar y qué abandonar. Durante una emergencia, los bomberos intentan salvar primero vidas humanas, luego propiedades e infraestructura, y finalmente los activos naturales.
La investigación demostró que, en general, las personas valoran más una vida humana que la extinción de una especie no humana, una actitud que refleja el hecho de que la sociedad valora una vida humana por encima de los millones de años de evolución que podrían ser borrados instantáneamente con la extinción de otra especie.
El cambio climático y la extinción
Las prioridades sobre qué salvar cobran más relevancia con el cambio climático, que está provocando peores incendios forestales y otras catástrofes ambientales. Por ejemplo, los incendios del último verano negro quemaron el hábitat completo de más de 500 especies de plantas y animales.
Un llamado a la acción
Es hora de tomar medidas para prevenir la pérdida masiva de especies, especialmente de invertebrados. Debemos reconsiderar nuestras prioridades y, en algunos casos, tomar decisiones diferentes, siempre pensando en el futuro que dejamos a nuestros hijos y a las próximas generaciones.