El gobierno ruso se apodera de las acciones de Lesta Games, estudio previamente asociado a Wargaming, y planea su transferencia a una compañía nacional
El ámbito de los videojuegos, que tradicionalmente ha servido como un escape de las tensiones bélicas y políticas, no ha sido inmune a las repercusiones del conflicto entre Rusia y Ucrania, afectando de cierta manera a esta industria. A raíz del conflicto, numerosas empresas tomaron medidas en febrero de 2022, imponiendo sanciones y cesando la venta de algunos de sus productos en territorio ruso. En un giro dramático, el gobierno de Putin ha llegado a catalogar a World of Tanks como una «organización extremista«.
De acuerdo con reportes de fuentes rusas y una decisión judicial emitida en secreto por el Tribunal de Moscú, el gobierno ruso ha etiquetado a Victor Kislyi, CEO de Wargaming, y a Malik Khatajiev, fundador de Lesta Games (un estudio que se independizó de Wargaming en 2022) y que dirigía Mir Tankov, una variante del juego, como «miembros de una organización extremista». Esta acusación se basa en las campañas de recaudación de fondos de MMO para Ucrania, poniendo en riesgo el futuro del estudio.
La administración rusa ha advertido sobre la posible confiscación de las acciones de Lesta Games, las cuales serían asumidas por el estado. Este acto representa un avance en la represión del régimen hacia las entidades que apoyan a Ucrania. La situación es particularmente delicada para Lesta Games, encargados de la versión rusa Mir Tankov, que aunque se basa en el código original de World of Tanks, opera de manera independiente desde que Wargaming se retiró del país en 2022. Esta decisión judicial se da tras acusaciones por parte del fiscal general hacia Kislyi y Khatajiev de llevar a cabo «actividades anti-rusas» (según The Gamer).
Como ejemplo de las acciones que han irritado a las autoridades, se menciona una campaña benéfica que logró recaudar un millón de dólares para ayuda humanitaria. Las autoridades han precisado que los jugadores no serán objeto de persecución por sus compras dentro del juego gratuito. Este caso se añade a otros parecidos, como el de Larian Studios, cuyos trabajadores en Ucrania tuvieron que huir del país ante el temor de ser reclutados para combatir.
Implicaciones de esta medida judicial
No se debe olvidar el caso del autor de Metro 2033, a quien Rusia persiguió tras criticar la invasión a Ucrania a mediados de 2022. Muchos consideran que este fallo judicial representa un punto crítico en el aislamiento tecnológico de Rusia, repercutiendo de alguna manera en varios estudios de videojuegos. Al etiquetar la colaboración con compañías occidentales como un acto «extremista», el gobierno ruso parece emitir una advertencia indirecta a otros equipos independientes que continúan desarrollando videojuegos dentro del país, como Mundfish, los creadores de Atomic Heart.
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