Justo ayer vimos que el iPhone 3GS había vuelto a la vida en Corea del Sur, una noticia que fue toda una sorpresa y que al mismo tiempo nos ha permitido traer a la palestra una cuestión interesante, el valor que ofrece la idea de «rescatar» smartphones antiguos.
En el caso del iPhone 3GS se trata de unidades nuevas que quedaron guardadas durante años en un almacén, lo que significa que todo aquél que se haga con una unidad estará estrenando un smartphone que fue lanzado hace ya nueve años.
A pesar del tiempo que tiene a sus espaldas este smartphone recibió una buena cantidad de actualizaciones y llegó a utilizar iOS 6.1.6, una versión que también tuvo presencia en los iPhone 4 y al iPhone 4S, lo que significa que aunque es un objeto de coleccionista también ofrece un alto grado de utilidad.
Esa realidad se puede aplicar a otros smartphones relativamente antiguos del catálogo de Apple y nos lleva al punto que mencionamos al inicio, el valor que todavía tienen algunos terminales «obsoletos» de la compañía de la manzana, y no sólo como «reliquia» tecnológica sino como producto que todavía puede ofrecer una buena experiencia al usuario.
Modelos como el iPhone 3GS pueden cubrir las necesidades básicas de muchos usuarios y otros terminales un poco más actuales, como los citados iPhone 4 y iPhone 4S, mantienen un buen grado de soporte y de compatibilidad con buena parte de las aplicaciones de la App Store.
Si ponemos esto en conjunto podemos sacar una conclusión clara, y es que los productos Apple aguantan muy bien el paso del tiempo. No sólo consiguen mantener un alto nivel funcional, sino que además conservan su encanto y un valor superior al de otros terminales rivales.
En mi opinión es una idea excelente rescatar modelos antiguos para ofrecerlos a precios reducidos y facilitar el acceso a productos Apple a un mayor número de consumidores. No es posible hacerlo con terminales nuevos en todos los casos, pero la idea de ofrecer modelos antiguos totalmente restaurados podría ser un modelo de negocio muy lucrativo.