El «bendgate» ha sido uno de los peores escándalos que ha atravesado Apple durante los últimos años. Con ese nombre se hacía referencia a una fragilidad estructural que afectaba a los iPhone 6 y iPhone 6 Plus desde su lanzamiento y que los hacía más propensos a doblarse cuando se aplicaba una cierta cantidad de fuerza en la zona de los botones de volumen. En el vídeo que acompañamos podemos verlo con total claridad.
La jueza Lucy Koh, que conoce de una demanda colectiva contra Apple por un fallo en la interfaz táctil de los iPhone 6 y iPhone 6 Plus, ha confirmado recientemente en una entrevista que Apple sabía de antemano que dichos terminales eran más propensos a doblarse que la generación anterior (iPhone 5s), y que a pesar de ello decidieron lanzarlos.
Según los datos que ha compartido MacRumors el iPhone 6 era 3,3 veces más propenso a doblarse que el iPhone 5s, mientras que el iPhone 6 Plus era 7,2 veces más propenso a ello. Esta información habla por sí misma, pero debemos tener en cuenta además que el fallo que se producía en la pantalla táctil y que ocasionaba una pérdida casi total de respuesta estaba relacionado con esa tendencia del terminal a doblarse fácilmente.
Apple resolvió el problema con cambios estructurales introducidos en 2016 y lanzó un programa de reparación específico para los usuarios afectados, pero éste no era gratuito ya que tenía un coste de 149 dólares.
Con este panorama podemos entender la base que tiene la demanda colectiva que se sigue contra Apple por el citado fallo de la interfaz táctil y la situación en la que se encuentra el gigante de Cupertino. No pinta bien para la firma de la manzana, pero habrá que esperar a ver cómo se resuelve el proceso antes de sacar conclusiones precipitadas.