Apple está preparando la actualización OS X 10.10.2 para Yosemite, dirigida a solventar un exploit que se puede aprovechar a través del puerto Thunderbolt presente en equipos Mac del gigante de la manzana.
A través de dicho puerto era posible infectar el equipo mediante un dispositivo específico que colaba [pajarito]un bootkit en la ROM de arranque EFI[/pajarito], lo que lo convertía en algo casi imposible de eliminar.
Esta amenaza se conoce desde 2012, pero resulta complicada y al parecer Apple ha necesitado bastante tiempo para poder encontrar una solución definitiva.
Por suerte para todos los usuarios de Mac es necesario tener acceso físico al ordenador para poder llevar a cabo el proceso de infección, así que no se trata de una amenaza común ni fácil de aprovechar.
Os recordamos que el problema viene resuelto de casa en los últimos Mac, incluyendo los iMac Retina 5K y los Mac Mini, así que en principio parece que con esta nueva actualización de Yosemite todo el asunto estará pronto solucionado.
Más información ⇒ MacRumors.