Desde el viernes pasado (19 de junio) tenemos en nuestro poder un iPhone 3G S. Nos hemos pasado todo el fin de semana probándolo y nuestra experiencia no ha podido ser mejor. Aunque acabamos de publicar un completo análisis en MuyComputer (que como sabéis es nuestra web «hermana mayor») que os recomendamos leer, a continuación vamos a resumiros cuáles han sido nuestras impresiones.
Para empezar, fijémonos en la «S» de su nombre, que proviene de la palabra inglesa «Speed» (velocidad). La inclusión de un procesador más rápido (el Samsung S5PC100 a 600 MHz basado en ARM Cortex A8) y la duplicación de su RAM (256 Mbytes) le ha sentado muy bien al iPhone 3G S, que maneja las aplicaciones con más soltura que el modelo 3G. Además, es compatible con HSDPA a 7,3 Mbps, por lo que la carga de páginas web debería ser más rápida en Safari Mobile. Y decimos «debería» porque Movistar en España tiene limitado el HSDPA a 3,6 Mbps, aunque nos consta que no le costaría mucho subirlo a 7,2 Mbps, algo que sería fundamental para «volar» en Internet.
Dicho esto, el iPhone 3G S no representa un paso tan importante como el dado desde el modelo de primera generación al iPhone 3G, ya que la mayoría de sus novedades vienen de la mano del firmware 3.0, que también puede instalarse en los otros dos modelos anteriores. Esta es la razón de que entendamos que los propietarios del primer iPhone sí se planteen el paso al 3G S, pero los del 3G que actualicen su sistema operativo a la versión 3.0 va a ser difícil (sobre todo si Movistar no les ofrece algún plan específico de migración) que opten por el nuevo iPhone.
Novedades que hemos probado y que nos han gustado mucho es su cámara de fotos de 3 megapíxeles con autofocus, macro y autobalance de blancos, y la posibilidad de etiquetarlas geográficamente; la grabación de vídeos e incluso edición de su línea de tiempo; el control por voz de llamadas y las funciones del iPod; su brújula que trabaja en unión con los mapas de Google; la esperada función de cortar, copiar y pegar; la opción Find My iPhone (Encuentra mi iPhone) par localicar nuestro terminal perdido (o robado); los nuevos ajustes de accesibilidad; el gestor de cuentas de correo electrónico; la aplicación Nike + iPod, que se pueda usar como módem 3G (tethering)…
Por último, queremos mencionar que una de las mayores quejas del iPhone 3G, la duración de su batería, ha sido escuchada. El nuevo iPhone 3G S (que ahora muestra en la pantalla de inicio el porcentaje de batería que te queda) ha mejorado en este aspecto, aunque todo depende de las veces que abras aplicaciones, enciendas y apagues su pantalla, uses redes WiFi, te conectes vía HSDPA, reproduzcas vídeos, etc. Nosotros, tras una carga total de la batería después de haberla agotado una vez, le dimos mucha «caña» al iPhone 3G S. Vamos, que como estábamos probándolo, hablamos, navegamos y abrimos aplicaciones más veces de lo habitual. Y qué paso, pues que tuvimos iPhone para un día y medio. ¿Suficiente? Nunca es suficiente, pero sí que es una mejora.